Cuando Ceres transita por Libra en la casa 12 de su carta natal, se abre un periodo significativo de introspección y sanación emocional. Ceres, el asteroide que simboliza el cuidado, la nutrición y las relaciones con las figuras maternas, al entrar en el equilibrado y armónico signo de Libra, resalta la importancia de las relaciones y la armonía en la zona más oculta de su ser: la casa 12. Esta casa está asociada con el subconsciente, los finales, el aislamiento y la espiritualidad, por lo tanto, este tránsito sugiere un momento oportuno para sanar heridas emocionales a través de la conexión con otras personas y la búsqueda de equilibrio interno.

Durante este periodo, es posible que sienta una mayor necesidad de paz y serenidad en su vida. La influencia de Libra le anima a buscar la armonía en sus relaciones y en su entorno, pero desde un lugar más introspectivo y posiblemente solitario, dada la naturaleza de la casa 12. Podría descubrir que el equilibrio que busca está muy vinculado con resolver asuntos pendientes del pasado o con liberarse de cargas emocionales que ha guardado en lo más profundo de su subconsciente.

La presencia de Ceres en esta configuración le insta a cuidarse a sí misma/o y a encontrar formas saludables de autocuidado que nutran tanto su cuerpo como su alma. La meditación, el yoga, o incluso la escritura pueden ser prácticas beneficiosas durante este tránsito, ya que facilitan el encuentro con su yo interior y promueven la sanación emocional.

Es un momento idóneo para trabajar en su desarrollo espiritual y emocional, reconociendo las necesidades de su ser interior y aprendiendo a satisfacerlas de manera equilibrada. La energía de Libra le ayuda a entender que las relaciones sanas, basadas en la igualdad y el respeto mutuo, son fundamentales para su bienestar emocional y espiritual. Por lo tanto, este tránsito puede llevar a una reevaluación de sus conexiones personales, impulsándole a alejarse de aquellas que son tóxicas o desequilibradas.

La introspección y el trabajo emocional durante este periodo le preparan para un renacimiento espiritual, ayudándole a dejar atrás viejos patrones y a abrazar una nueva fase de crecimiento personal. Aproveche esta energía para fomentar la paz interior, fortalecer sus relaciones y cultivar un entorno de cuidado y apoyo mutuo. La clave está en encontrar el balance entre cuidar de sí misma/o y de las personas que le rodean, recordando siempre que la armonía interna es el primer paso hacia la paz exterior.

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