Navigar por la travesía de Lilith, la llamada 'Luna Negra', no es trivial, y menos en Capricornio. Esta transición en vuestra duodécima casa implica un encuentro con vuestras sombras más profundas, esas partes de vosotros mismos que a veces prefieren esconderse en lo más recóndito de vuestro ser. Bromeamos diciendo que este es el momento perfecto para invitar a Lilith a tomar una taza de té, siempre y cuando estéis dispuestos a reíros de vuestros miedos y también a enfrentaros a ellos.

Con Lilith en Capricornio, existe un fuerte deseo de control y autoridad. No hay que temer, las normas de la casa no cambiarán de la noche a la mañana, ¡ni se convertirán en un dictador/a! Sin embargo, estas influencias pueden provocar cierta tensión en vuestra relación, y surgirán desafíos que requieren un compromiso mutuo para superarlos.

En vuestra duodécima casa, esto también puede ser un tiempo de introspección y profundo análisis psicológico. No os sorprendáis si John Lennon aparece en vuestros sueños cantando 'Imagine' mientras tocáis un tambor chamánico. ¡En serio, no! Es probable que los sueños y las experiencias místicas ocupen un lugar más prominente durante este tránsito.

En resumen, con Lilith en Capricornio en vuestra duodécima casa, es un tiempo para enfrentarse a las sombras y ganar fuerza y sabiduría en el proceso. Como navegadores astrológicos, lo más importante es recordar que estáis en este viaje juntos. Así que, poned esa taza de té y brindad con Lilith. Vuestra valentía para adentraros en lo desconocido habla volúmenes acerca de vuestro compromiso mutuo y la fortaleza de vuestra conexión.

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