Cuando Mercurio transita por Libra y forma un trígono con Quirón natal en Tauro, se crea una atmósfera que promueve la sanación a través de la comunicación y la comprensión emocional. Este aspecto armonioso entre el planeta de la comunicación y el sanador herido brinda la oportunidad de curar viejas heridas mediante el equilibrio y la justicia que caracterizan a Libra, junto con la estabilidad y la paciencia intrínsecas de Tauro.

Esta posición sugiere que usted es particularmente hábil para utilizar la palabra y el diálogo como herramientas de sanación. Mercurio en Libra busca el equilibrio y la armonía en las interacciones, lo cual puede ayudarle a abordar temas difíciles de una manera calmada y equitativa. La influencia de Libra le da la habilidad de ver las situaciones desde múltiples perspectivas, lo que favorece la resolución de conflictos y la reconciliación de diferencias.

Por otro lado, Quirón en Tauro señala una herida vinculada a la autoestima, la seguridad material o las cuestiones de valor propio. Este trígono le ofrece la posibilidad de sanar estas heridas a través de la expresión y la validación de sus sentimientos y necesidades. La energía de Tauro le proporciona la paciencia y la persistencia necesarias para trabajar en estos temas de manera profunda, permitiéndole cultivar una mayor sensación de autovaloración y seguridad en usted.

Es probable que durante este tránsito encuentre mayor facilidad para expresar sus ideas y sentimientos de una manera que sea tanto equilibrada como constructiva. La diplomacia y el tacto de Libra le ayudan a comunicarse de forma que pueda ser escuchado sin causar heridas adicionales, mientras que la influencia de Tauro le mantiene anclado y centrado, evitando caer en la impulsividad o la superficialidad.

Para aprovechar al máximo este tránsito, sería beneficioso enfocarse en dialogar sobre esas áreas de su vida donde sienta inseguridad o falta de valor. El intercambio de ideas y la apertura a otras perspectivas pueden revelar soluciones creativas y aportar una comprensión más profunda de sus propias necesidades y deseos. Este es un momento óptimo para la terapia o cualquier forma de comunicación que fomente la introspección y el crecimiento personal.

A través de este tránsito, se le invita a sanar las heridas relacionadas con el valor propio y la seguridad material, utilizando la comunicación como su principal herramienta. La paciencia y la capacidad de escucha activa serán sus mejores aliados en este proceso de sanación.

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