Con Venus transitando por Capricornio formando un trígono con Lilith natal en Leo, se vislumbra una etapa en la que la energía de ambas posiciones se combina de manera armoniosa, ofreciendo oportunidades para explorar y equilibrar aspectos relativos al amor, las relaciones y la expresión personal de manera profunda y estructurada.

Venus en Capricornio aporta una atmósfera de seriedad, compromiso y pragmatismo a sus interacciones personales. Se favorece la atracción hacia relaciones que ofrezcan seguridad y estabilidad, así como hacia personas que demuestren madurez y responsabilidad. Esta posición le invita a valorar la calidad por encima de la cantidad en sus conexiones afectivas, buscando construir relaciones duraderas que tengan cimientos sólidos.

Por otro lado, Lilith en Leo resalta una fuerte necesidad de autenticidad, pasión y expresión creativa en la vida de la persona. Este posicionamiento incita a vivir conforme a lo que verdaderamente hace vibrar su corazón, a menudo desafiando normas convencionales o expectativas sociales para seguir lo que le hace sentir vivo/a. Lilith aquí promueve una búsqueda de reconocimiento y de un lugar bajo el reflector, pero desde un espacio de genuina autoexpresión.

El trígono de Venus en Capricornio con Lilith en Leo sugiere un periodo donde es posible encontrar un equilibrio entre estas energías aparentemente opuestas. Se abre la puerta para que pueda perseguir sus pasiones y deseos más profundos de una manera organizada, responsable y con un enfoque claro hacia objetivos a largo plazo. Puede ser un momento excelente para manifestar creatividad en el trabajo o en proyectos personales, al mismo tiempo que mantiene un compromiso serio con su crecimiento y desarrollo personal.

Esta configuración astrológica también indica una oportunidad para sanar y reconciliar aspectos de su personalidad que quizás se sientan en conflicto. Aprender a integrar su necesidad de estabilidad con su deseo de expresión individual puede ser un camino hacia un mayor entendimiento y aceptación de sí mismo/a. En las relaciones, este tránsito puede ayudar a atraer o fortalecer lazos con personas que no solo respeten su individualidad y creatividad, sino que también compartan sus valores de compromiso y lealtad. En esencia, es un tiempo para armonizar el corazón con la cabeza, permitiéndole perseguir sus sueños con determinación y confianza.

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