Cuando Saturno transita en Géminis y forma un trígono con Ceres en Virgo en su carta natal, está ante una invitación celestial para reevaluar y fortalecer su relación con el cuidado personal y el de quienes le rodean, pero con un giro intelectual. Imagine que Saturno, ese planeta serio y algo cascarrabias, decide tomar un curso acelerado sobre cómo ser más comunicativo y flexible, pero sin perder su esencia de maestro y guía. Al mismo tiempo, Ceres, siempre preocupado por la nutrición y el cuidado, se encuentra en el meticuloso y analítico Virgo, promoviendo un ambiente en el que las rutinas de cuidado se convierten en algo más que simplemente alimentarse bien y hacer ejercicio; se transforman en una forma de arte.

Este tránsito le invita a ser una persona que se comunica de manera efectiva sobre sus necesidades y las de los demás, pero con un toque de Virgo que insiste en que todo debe hacerse de la manera más eficiente y saludable posible. Es como si estuviera aprendiendo a escribir recetas de cocina que, además de ser deliciosas, deben ser nutritivas, fáciles de preparar y, por supuesto, gramaticalmente impecables. La energía de Géminis le anima a buscar información y aprender más sobre cómo cuidarse de manera integral, mientras que Virgo le recuerda que la calidad importa tanto como la cantidad.

Durante este tránsito, podría encontrarse en situaciones donde se convierta en el consejero de bienestar de su círculo cercano, compartiendo conocimientos sobre cómo llevar una vida más saludable. Pero, cuidado, no se convierta en un puritano de la salud. Recuerde, Géminis le pide flexibilidad y humor. Así que, mientras le explica a alguien por qué debería comer kale, no olvide mencionar que un pedazo de pastel de vez en cuando no solo no dañará a nadie, sino que también es bueno para el alma.

Este tránsito es una oportunidad para aplicar su inteligencia y su capacidad analítica en el servicio del cuidado y el bienestar, tanto propio como ajeno, pero siempre recordando que la perfección es menos importante que el proceso y el aprendizaje. Y quién sabe, quizás al final del tránsito, además de ser una persona más saludable, también se convierta en un chef improvisado o en el autor de un blog sobre bienestar con un fiel seguidor: Saturno, quien apreciará su dedicación y disciplina, aunque nunca lo admita.

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