Estamos hablando del tránsito de Saturno en Aries en la tercera casa compuesta, una combinación potentemente magnética y, a veces, un poco mordaz. Como creador nato de desafíos, Saturno puede hacer que se sientan como dos pingüinos tratando de poner en marcha una barbacoa. Pero guarden la calma, aquí es donde entra en juego su capacidad para la comunicación y el aprendizaje en su relación.

Ciertamente vivirán un periodo en el cual tendrán que sacar a relucir su persona más metódica y orgazinada. Saturno es a menudo el jefe sin sentido del humor del zodiaco, obligándonos a madurar, incluso cuando todo lo que queremos es saltar en el trampolín de la vida. Pero en la tercera casa, su efecto es un poco más liviano. Sin embargo, tendrán que poner más esfuerzo en la manera en que se comunican. No va a ser fácil, pero si logran superar las dificultades de comunicación, saldrán de este tránsito con una comprensión perfecta del "código secreto" lingüístico que solo ustedes dos pueden entender.

Aries también aportará un poco de chisporroteo a esta ensalada cósmica. Con su innegable entusiasmo, puede que se descubran discutiendo sobre quién toca el timbal en la banda de su relación y quién toca la flauta. Pero es este fuego el que también les dará la energía para superar en conjunto las largas tareas que Saturno pueda poner en su camino.

Así que abróchense el cinturón y prepárense para algunos desajustes en su lenguaje de relación; quién sabe, podrían terminar hablando el idioma del amor en clave Morse.

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