El tránsito de Quirón por Escorpio en su décima casa natal refleja una periodo de sanación y transformación en la esfera de la responsabilidad y la ocupación pública. Quirón, como el herido sanador, hace que surjan heridas antiguas relacionadas con poder y control. Este tránsito invita a reconocer estos patrones, lo que puede llevar a sentimientos de vulnerabilidad.

En Escorpio, el proceso de sanación requiere abordar miedos ocultos y liberarse de patrones de pensamiento destructivos. Esto puede ser doloroso, pero también puede ser extremadamente liberador. El tránsito despierta un deseo de entender a un nivel más profundo la dinámica del poder y el control en la estructura de su relación.

En la casa diez, símbolo de reconocimiento público y logro profesional, este tránsito podría manifestarse como una crisis en su reputación o posición social, especialmente si la imagen que han creado no refleja su verdadera esencia. Como pareja, puede que se cuestionen si están siguiendo su verdadero propósito o solo obedeciendo expectativas sociales.

Como Quirón a menudo crea situaciones difíciles que finalmente llevan a la sanación, este tránsito podría ser una oportunidad para construir una relación más sana y satisfactoria, basada en un poder compartido y equitativo. Trabajar juntos a través de la incomodidad puede traer una gran sensación de logro y una transformación profunda en su relación. El reto es enfrentar y superar estos problemas juntos, redefiniendo el concepto de poder en su relación.

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