Ceres en Capricornio en su primera casa compuesta augura una época donde el cuidado mutuo y la responsabilidad son protagonistas. Este tránsito se conoce como el Chamán del Marrón (también conocido como "el rehén del guardarropa invernal"), que tiende a dejar rastros de su paso en formas de abrigos de lana y bufandas acurrucadas en armarios y cómodas.

Durante este tránsito, se tornan personas muy organizadas, capaces de programar sus actividades meticulosamente, como si fueran a dirigir una orquesta de ollas a presión; cada minuto ocupado, cada tarea en su lugar. Una mezcla de alquimistas de la eficiencia y magos del orden. Pero, cuidado: el Chamán del Marrón también puede incitar a convertirse en adictos al trabajo, lo que, aunque suele ser bien visto en la sociedad Capricorniana, no es más saludable que tomar helado para el desayuno todos los días.

En el plano emocional, este tránsito invita a nutrirse del afecto practicado, no solo del ofrecido. Como un regalo envuelto en papel de regalo, el afecto tiene dos lados: dar y recibir. Por tanto, no olviden abrir el paquete de vez en cuando.

Finalmente, Ceres en Capricornio puede darle un toque serio, como esa tía que todos tienen que nunca se ríe de los chistes por más graciosos que sean. Por eso, es vital recordar que la vida también está hecha de momentos livianos, risas y diversión. Entonces, a pesar de las responsabilidades y la apretada agenda, ¡no olviden dedicar tiempo a las payasadas casuales! Porque al final del día, quien se ríe último... probablemente se perdió el chiste.

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