Cuando el Nodo Lunar en Tauro forma un trígono con Quirón en Capricornio en su carta natal, se revela una profunda resonancia entre su camino hacia la estabilidad emocional, financiera y la sanación de sus heridas más estructurales o fundamentales. Este aspecto sugiere una capacidad innata para encontrar curación a través de la construcción de una base sólida en la vida, tanto en el aspecto emocional como material.

Tauro, siendo un signo de tierra, busca seguridad y confort, mientras que Capricornio se enfoca en la estructura, la disciplina y el logro. La conexión armónica entre estos signos indica que tiene una habilidad natural para sanar sus propias heridas (y posiblemente las de los demás) mediante la aplicación de disciplina y paciencia en la búsqueda de sus metas y anhelos más terrenales.

La presencia de Quirón en Capricornio sugiere que las áreas donde más ha sentido dolor o inseguridad están relacionadas con su percepción de éxito, sus ambiciones, y la estructura de su vida. El trígono con el Nodo Lunar en Tauro señala que al perseguir un sentido de seguridad y estabilidad, especialmente en lo que respecta a sus finanzas y bienestar material, puede encontrar maneras únicas de sanar estas heridas.

El proceso de sanación implicado aquí tiene mucho que ver con el reconocimiento de su valía independientemente de sus logros externos. Se trata de valorar el proceso, de encontrar placer en los pequeños pasos que da hacia sus metas y de aprender a disfrutar de la estabilidad y la seguridad que crea para sí mismo y para quienes le rodean.

Este aspecto también realza su capacidad para ser paciente y perseverante en tiempos de desafío. La sanación viene con el tiempo, y su configuración astral insinúa que, al centrarse en construir una vida plena y segura, puede superar las heridas del pasado. Esto le permite, a su vez, apoyar a otros en sus propios procesos de sanación, proporcionando un refugio seguro y un ejemplo de resiliencia y perseverancia.

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